-Hola… Buenas noches señor. ¿Cómo esta?.
-Bien, joven Ricardo, pero sépase que no es bien recibido aquí, no queremos ya problemas.
-No se preocupe señor yo tampoco, lo único que quiero saber, es si tiene un poco de tiempo para platicar…
-Sépase, que mi esposa falleció hace unos meses y no tengo el humor adecuado de platicar.
-Lo entiendo. Así que si cree que lo mejor es que me vaya lo hare sin ningún problema, aunque no sabe lo difícil que se me hace venir aquí y me gustaría que fuera una de las últimas veces.
Hace frio, es un mes despiadado y mas con la cantidad de trabajo que he tenido, las palabras de Girondo: “ Ya no hay mucho tiempo para la poesía” se ajustan a la perfección.
-Pasa te invito una taza de te…
Sin decir nada solo paso y recuerdo esa vieja puerta y el sonido característico cuando cerraba o abría o cuando el coche se guardaba…
-No se preocupe, solo quiero saber una cosa…
“De verdad que solo quiero saber si usted no ha visto a ese Ricardo que daba la vida por esa Hilda que siempre fue el amor de su vida… A esa Flaca hermosa y tierna que dejo todo por su flaquito, al cual amo hasta la locura… No se señor, igual y se escondieron en el baño, atrás de la taza, o en la sala que nadie tuvo jamás el valor de empacar, no se entre los cojines, en los agujeros que tenia por las quemaduras de cigarrillos… De verdad que no lo se señor, incluso en el tinaco, yo creo que no hacen ruido para evitar que alguien oiga que están de polisones… Quiero saber si usted o alguien de su familia, los ha visto o los ha escuchado, quiero saber…, si yo creo que si los recuerda, no había mundo para ellos, se amaban hasta decir basta, se entendían y se llamaban con el pensamiento, sabe usted cuando llegaron aquí, siempre fueron felices, ella siempre viendo por el, el siempre al pendiente de ella…”
-El otro día me pareció ver algo…
“Estaba yo llegando de trabajar en mi despacho y me pareció oír algo, me asome y me pareció ver a esa flaca como usted le dice, fumando un cigarrillo, sentada en la puerta del baño, y el viéndola desde la ventana, fumando otro cigarrillo, ella traía una falda azul marino y una blusa de tirantes, a el solo se le veía una playera blanca, ambos en silencio, buscándose con la mirada… Era sábado por la tarde, los sábados que ellos acostumbraban quedarse en casa y ver películas o platicar con todo apagado hasta que la tarde se dejaba vencer por la noche…,”
-Si joven si los recuerdo eran tan felices.
-¿Sabe…? Hay días que no se que les paso…, y quiero preguntarles si es que se puede el por que no se fueron en la mudanza.
El señor ya no dice nada, sin darme cuenta estoy llorando, hace frio y es un mes cruel, quisiera no extrañar a esos dos personajes que se querían tanto, entrar a vivir en su tiempo, en el tiempo en el que se quedaron, con su música y sus recuerdos, con su ausencia de llanto, con las sonrisas, cuando al vida era digna de vivirse, cuando siempre había un motivo para ir de la mano a comprar la cena con una buena cerveza y un buen cigarro…
-Lo mejor será que me vaya, no fue mi intención molestar, pero quería saber donde están esos dos individuos, ya que en la mudanza no los encontré jamás.
-Muy probablemente esos personajes están muertos, ustedes sin darse cuenta los mataron con la costumbre, con los celos y al final con la indiferencia…
-Pero usted los ha visto eso fue lo me dijo…
-Si, si los he visto pero solo son fantasmas de una vida que no aceptan por terminar, fantasmas de recuerdos que solo con el tiempo se irán perdiendo en la memoria de quien los creo, o algún día se encontraran y harán una historia así para renacer o morir definitivamente…
-Sera mejor regresar a casa estoy muy cansado, hace frio y lo mejor seria dormir.
-Joven…, pero si le sirve de algo… Si los vuelvo a ver…, aunque sea a uno…, les paso su recado.
La noche es una puta desagradecida y no hay mas poesía que la que oculto en mis dedos de poeta fracasado, será mejor llorar y beber como siempre lo he hecho cuando es tan jodido aceptar que la extraño.
-Bien, joven Ricardo, pero sépase que no es bien recibido aquí, no queremos ya problemas.
-No se preocupe señor yo tampoco, lo único que quiero saber, es si tiene un poco de tiempo para platicar…
-Sépase, que mi esposa falleció hace unos meses y no tengo el humor adecuado de platicar.
-Lo entiendo. Así que si cree que lo mejor es que me vaya lo hare sin ningún problema, aunque no sabe lo difícil que se me hace venir aquí y me gustaría que fuera una de las últimas veces.
Hace frio, es un mes despiadado y mas con la cantidad de trabajo que he tenido, las palabras de Girondo: “ Ya no hay mucho tiempo para la poesía” se ajustan a la perfección.
-Pasa te invito una taza de te…
Sin decir nada solo paso y recuerdo esa vieja puerta y el sonido característico cuando cerraba o abría o cuando el coche se guardaba…
-No se preocupe, solo quiero saber una cosa…
“De verdad que solo quiero saber si usted no ha visto a ese Ricardo que daba la vida por esa Hilda que siempre fue el amor de su vida… A esa Flaca hermosa y tierna que dejo todo por su flaquito, al cual amo hasta la locura… No se señor, igual y se escondieron en el baño, atrás de la taza, o en la sala que nadie tuvo jamás el valor de empacar, no se entre los cojines, en los agujeros que tenia por las quemaduras de cigarrillos… De verdad que no lo se señor, incluso en el tinaco, yo creo que no hacen ruido para evitar que alguien oiga que están de polisones… Quiero saber si usted o alguien de su familia, los ha visto o los ha escuchado, quiero saber…, si yo creo que si los recuerda, no había mundo para ellos, se amaban hasta decir basta, se entendían y se llamaban con el pensamiento, sabe usted cuando llegaron aquí, siempre fueron felices, ella siempre viendo por el, el siempre al pendiente de ella…”
-El otro día me pareció ver algo…
“Estaba yo llegando de trabajar en mi despacho y me pareció oír algo, me asome y me pareció ver a esa flaca como usted le dice, fumando un cigarrillo, sentada en la puerta del baño, y el viéndola desde la ventana, fumando otro cigarrillo, ella traía una falda azul marino y una blusa de tirantes, a el solo se le veía una playera blanca, ambos en silencio, buscándose con la mirada… Era sábado por la tarde, los sábados que ellos acostumbraban quedarse en casa y ver películas o platicar con todo apagado hasta que la tarde se dejaba vencer por la noche…,”
-Si joven si los recuerdo eran tan felices.
-¿Sabe…? Hay días que no se que les paso…, y quiero preguntarles si es que se puede el por que no se fueron en la mudanza.
El señor ya no dice nada, sin darme cuenta estoy llorando, hace frio y es un mes cruel, quisiera no extrañar a esos dos personajes que se querían tanto, entrar a vivir en su tiempo, en el tiempo en el que se quedaron, con su música y sus recuerdos, con su ausencia de llanto, con las sonrisas, cuando al vida era digna de vivirse, cuando siempre había un motivo para ir de la mano a comprar la cena con una buena cerveza y un buen cigarro…
-Lo mejor será que me vaya, no fue mi intención molestar, pero quería saber donde están esos dos individuos, ya que en la mudanza no los encontré jamás.
-Muy probablemente esos personajes están muertos, ustedes sin darse cuenta los mataron con la costumbre, con los celos y al final con la indiferencia…
-Pero usted los ha visto eso fue lo me dijo…
-Si, si los he visto pero solo son fantasmas de una vida que no aceptan por terminar, fantasmas de recuerdos que solo con el tiempo se irán perdiendo en la memoria de quien los creo, o algún día se encontraran y harán una historia así para renacer o morir definitivamente…
-Sera mejor regresar a casa estoy muy cansado, hace frio y lo mejor seria dormir.
-Joven…, pero si le sirve de algo… Si los vuelvo a ver…, aunque sea a uno…, les paso su recado.
La noche es una puta desagradecida y no hay mas poesía que la que oculto en mis dedos de poeta fracasado, será mejor llorar y beber como siempre lo he hecho cuando es tan jodido aceptar que la extraño.
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