viernes, 29 de enero de 2010

Tarde de textos...


Tarde de textos... Textos de tarde

Dos textos...


El primero.


Un texto para antes de dormir y después de despertar...

Un día nos encontramos en estos caminos separados, seguimos separados..., tu sigues en tu vida casi perfecta a no ser de por que no estoy yo y yo sigo en mi patética infelicidad que es mas desde que no estas aquí. Algo se quedo prendado una tarde donde dios no había llegado.

Te despiertas sientes el sol en tu cara, tu recamara es calida constante como las rutinas de cada tercer día por la noche, abres un poco los ojos, escuchas su respiración, anhelas que fuera yo y no el quien ronca y te abraza de mala manera, rozándote los senos, mojándote tus ganas, algunas veces quisieras que fuera yo quien se acorruca en tu sexo.


Cada vez que terminábamos de ir a poner estrellas en el infinito, te veía a los ojos y comprendía algunas cosas, me recordabas otras y experimentaba algo talvez distinto.


Es hora de seguir fingiendo, extrañar es un verbo que no se te da, algunas veces me has odiado, algunas veces me has amado mas de lo que tu quisieras, otras simplemente quisieras borrar el pasado que nos condeno una tarde de diciembre por no tener cuidado. Los días han pasado tu sigues con el, yo... Yo, sigo en espera de que mi vida mejore, sigo pensando que esto debió pasar antes de que lo conocieras a el, antes de que yo la conociera a ella.


Añorar es un verbo que domino a la perfección que conozco de pies a cabeza, me gusta ese verbo ya que no le puedes mentir y el no te miente.


Siempre me pasa esto en los últimos tres meses del año, me enamoro en un cuarto de hotel, cuando los sentimientos están mas confundidos, cuando imploro por un par de piernas mas constantes que mi locura, cuando tengo ganas de levantar el vuelo, cuando no quiero que nadie se entere de que mi corazón se mal-vende por algunos besos y caricias dados a tiempo.


Aun sientes esas pequeñas sensaciones en tu vientre de cuando todo se salio de control y el sexo dejo de ser solo el sexo de las tardes mas compasivas y paso a formar parte de tu vida esclava. Por mi parte yo me desnude, me quede con el corazón en las manos, contamine mi entorno y de paso contamine el tuyo.

Recuerdo ese día en donde tus lagrimas dijeron de mas... "Habías perdido... Estabas enamorada."

Jamás pudimos recuperarnos de esa, tarde en ese cuarto de hotel.


Yo también perdí mucho ese día.



El segundo...


Un texto para antes de hacer el amor y después de darte cuenta que no es conmigo.


Estas abajo de el, quieres pronunciar mi nombre un poco mas alto que la ultima vez que estuviste conmigo, pero te callas te refugias en su cabello, en su espalda. -Unica parte de mi que nunca te gusto-, cierras tus ojos imaginas que estas en ese cuarto de hotel donde te enamoraste por segunda vez, arremetes con furia hacia su boca, sus labios. lo culminas lo colmas, besas sus oídos, muerdes acaricias con la lengua su lóbulo, el arremete mas y mas, tu sientes y no sientes, te quieres morir pero por la sensación de lo que sientes si no de la que no sientes.


Jala tus cabellos muerde tus pezones, en pocas palabras y no tan sucias -como dirías tu- te coje.


Ahora sientes que jamás has hecho el amor con el, que este es un perfecto desconocido con el que duermes, comes, sueñas fornicas y hasta con el que vas a tener otro hijo.


En este momento el se quita de ti, ya no le eres útil, en este momento ansias un abrazo una caricia un algo que te devuelva, recuerdas esa sensación plena que sentías cuando estabas conmigo, te enojas abres los ojos y le hechas la culpa a los ruidos de la calle a los toquidos de tu sobrino que interrumpe un poco la escena, el se siente bien tanto que de un momento a otro esta roncando a un costado de ti. A oscuras quieres volver a cerrar los ojos, quisieras escuchar esa música suave y llena de acordes complejos y textos retóricos, pero no solo escuchas ya el silencio de la noche que avanza mas y mas.


Te levantas el ni siquiera cuenta se da, abres la regadera y te sientas a esperar a que algo termine de una vez todo, un temblor un rayo de luz o la misma muerte. Pero el llanto de tu hijo que esta en la otra alcoba te devuelve a la realidad monótona que tienes.


Ahora todo esta en esa quietud, ahí es cuando mas me odias... Por que jamás estoy en el momento adecuado. O en el sentimiento correcto. Entras a la recamara y el sigue dormido, te acomodas a su costado, procuras no hacer ruido y sientes lastima por el.


La noche y la vida otra vez se escurre sin mas ni mas.


Estos textos han sido vomitados después de tratar de poner orden a esta miseria en la que me dejaste, ¿Por que te extraño?, ¿Por que te añoro?, preguntas frecuentes desde hace algunos meses, te recuerdo mansamente, me haces un poco de falta, extraño tus labios y tu mirada, tu miedo al tocarme, al verme a los ojos.

Yo no te odio como podría odiar a alguien que me enseño como sentir de nuevo que no se aprovecho de mi corazón y lo protegió cuando nadie lo quería. Mis palabras aunque cortas y tristes dejaron eco en tu vida.


Prueba de ello es que nos buscamos aun cuando ya no deberíamos hacerlo.


P.D. Anoche hubiera contestado, pero estaba haciendo lo mismo que tu haces con el cada tercer dia. ¿Y quien lo iba a decir...? Encontrarte hoy en la mañana fue como una patada del destino.


Werther.

No hay comentarios: